El Síndrome del Falso Joven: Actitudes que delatan tu edad sin que te des cuenta

La publicista Josefina Negrón, de 25 años, ha identificado algunas estrategias que suelen utilizar los adultos de 40 y 50 años para intentar camuflar su edad. Entre ellas están: usar zapatillas blancas o las exclusivas Golden Goose, hacer boomerangs en Instagram, abusar del botox, comprar una moto o una bicicleta de ruta y seguir modas como los pantalones cargo o las poleras gráficas con logos o fotos de artistas.

Cuando los hábitos te delatan

Luis Álamo, periodista de 52 años, ha detectado otras señales que, lejos de rejuvenecer, revelan la madurez de una persona:

• Creer que Daddy Yankee sigue siendo la última sensación de la música urbana.
• Pensar que los jóvenes aún van a fiestas rave. La realidad es que prefieren ir directamente a bailar reggaetón.
• Hablar de cosas vistas en Facebook. La mayoría de los jóvenes casi no lo usa.
• Comentar sobre la capa de ozono. Para las nuevas generaciones, este es un problema del pasado, como el VHS o los disquetes.

Álvaro Martínez, chef de 51 años, agrega otra pista inconfundible: usar camisas talla S o M cuando el cuerpo ya pide L o XL. Esto provoca que los botones parezcan a punto de estallar y las panzas queden apenas contenidas.

Actitudes que restan más que suman

El trabajador social Armando Bustos menciona otras señales que pueden delatar el intento infructuoso de parecer más joven:

• Bailar aplaudiendo o tocando una guitarra imaginaria en una fiesta.
• Escribir en un blog o usar libreta y lápiz en lugar del celular.
• Tomar taxis en vez de usar aplicaciones.
• Llamar por teléfono en lugar de mandar un WhatsApp.

La periodista Javiera Osorio, de 28 años, destaca un fenómeno que le resulta curioso: hombres de 40 o 50 años andando en skate. Aunque algunos podrían ser expertos en el deporte, en la mayoría de los casos parece un intento forzado de aferrarse a la juventud.

Cuando el entusiasmo se pasa de la raya

La ilustradora Susana Henríquez, de 31 años, recuerda un episodio en la disco Blondie que terminó mal: un hombre de más de 50 años, bailando sin polera y robándose el protagonismo, cayó desde una plataforma elevada y tuvo que ser sacado por tres personas debido a sus lesiones.

Susana Henríquez, artista visual de 33 años, ha notado que, en reuniones donde se mezclan generaciones, hay adultos que intentan integrarse con actitudes que no calzan con el ambiente. “He visto personas mayores que creen que pueden encajar forzadamente, pero terminan exhibiendo comportamientos machistas o fuera de lugar”, reflexiona.

La edad no es el problema, sino la actitud

Intentar mantenerse actualizado y enérgico no tiene nada de malo, pero hacerlo de manera forzada o artificial puede provocar el efecto contrario. Al final, el verdadero secreto no está en disimular la edad, sino en llevarla con autenticidad y sin miedos. Las ideas y entrevistas mencionadas en esta nota corresponden al diario Las Últimas Noticias en su edición de hoy.