Cardenal condenado exige participar en el cónclave y desata tensión en el Vaticano

23 de Abril de 2025

VÍDEOS RECOMENDADOS

COMPARTIR

Giovanni Angelo Becciu, cardenal italiano condenado por delitos financieros, afirma tener derecho a participar en el próximo cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco, desatando una controversia en el corazón del Vaticano.

Becciu, de 76 años, fue una de las figuras más influyentes de la curia vaticana. Ocupó el estratégico cargo de “sustituto” en la Secretaría de Estado, equivalente al jefe de gabinete del Papa, lo que le daba acceso directo y sin intermediarios al pontífice. Posteriormente, fue designado prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

En 2020, el Papa Francisco le solicitó renunciar a sus “derechos y privilegios” como cardenal tras verse involucrado en un escándalo por una fallida inversión inmobiliaria en Londres, que costó a la Iglesia decenas de millones de dólares. En 2023, Becciu fue condenado por malversación de fondos y fraude, convirtiéndose en el primer cardenal en ser sentenciado por un tribunal penal del Vaticano. Recibió una pena de cinco años y medio de prisión, aunque permanece en libertad mientras tramita su apelación.

A pesar de su condena, Becciu sostiene que no ha sido formalmente excluido del cónclave. “No ha habido voluntad explícita de excluirme ni se me ha solicitado la renuncia por escrito”, declaró esta semana al diario sardo L’Unione Sarda.

Oficialmente, la oficina de prensa del Vaticano lo considera un “no elector”. No obstante, su situación podría generar un precedente polémico: tiene menos de 80 años —el límite para votar en un cónclave— y, jurídicamente, aún es miembro del Colegio Cardenalicio, aunque sin derechos activos.

La decisión sobre su eventual participación recaerá en el decano del Colegio de Cardenales, Giovanni Battista Re, y en el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, quienes tendrán la responsabilidad de supervisar los procedimientos del próximo cónclave.

La tensión en el Vaticano crece, mientras Becciu insiste en su inocencia y busca reinsertarse en uno de los momentos más decisivos de la Iglesia Católica: la elección del próximo Papa.