La Embajada de China en Chile condenó el ataque incendiario ocurrido el domingo en la central hidroeléctrica Rucalhue, ubicada en Santa Bárbara, región del Bío Bío, y pidió al presidente Gabriel Boric una investigación “exhaustiva”, así como medidas concretas para proteger a las empresas chinas que operan en el país.
El atentado, perpetrado por un grupo de desconocidos, dejó al menos 50 vehículos destruidos y considerables daños a las instalaciones de Rucalhue Energía SpA, filial de la compañía estatal China International Water & Electric Corp (CWE). Se estima que las pérdidas superan los $4.000 millones. Los atacantes habrían maniatado a los guardias antes de iniciar el incendio.
“La Embajada exige una investigación exhaustiva y la implementación de medidas efectivas para garantizar la seguridad del personal y de los proyectos de empresas chinas en Chile”, expresó la delegación diplomática en un comunicado.
Rucalhue Energía lamentó los hechos y advirtió que el ataque “no solo representa un atentado contra la infraestructura, sino también contra los trabajadores, las comunidades vecinas y el Estado de Derecho”. Además, señaló que el proyecto cumple con toda la normativa ambiental, social y técnica vigente, y que su desarrollo ha sido transparente ante las instituciones del Estado.
Desde La Moneda, el presidente Boric aseguró que “este ataque merece toda condena” y reiteró el compromiso del Gobierno con la persecución penal:
“Tal como lo hemos hecho en otros casos, perseguiremos y encontraremos a los responsables, que deberán responder ante la justicia. Seguiremos trabajando sin dar pie atrás para erradicar toda forma de violencia”, afirmó el mandatario.
China es actualmente el principal socio comercial de Chile, con inversiones estratégicas en sectores como energía, minería y acuicultura. Las relaciones bilaterales se han fortalecido en las últimas décadas, especialmente tras la firma del Tratado de Libre Comercio en 2005 y su actualización en 2019.